viernes, 8 de enero de 2016

La realidad de lo trans y lo trans de la realidad

~Y… de repente… la realidad ya no es cosa de dos~

Las dos piezas del puzle <<Ѳ>> que me habían enseñado a casar desde pequeña ya no encajan. Más bien la realidad parece un <<ʘ>> donde el círculo es la diversidad y el punto son los seres humanos y no humanos. 
La riqueza de la diversidad es lo más preciado de la vida y, como hemos visto en clase, es necesario saberlo para respetar y tolerar. De todas formas, hay que tener cuidado aquí porque tan necesario es ver la diversidad como fuente de riqueza para aprender a respetar y tolerar como para no hacerlo. No hay que hacerlo cuando no se esté tolerando y respetando esa misma diversidad. Parece un bucle infinito, y probablemente lo sea, sobre todo cuando lo piensas desde la cooperación internacional o simplemente comparando culturas, pero es importante cuestionárselo.
Pero no es por ahí por donde quiero ir, si no a las fronteras que se han creado entre conceptos, entre cuerpos, entre géneros y sexos, entre países y continentes, entre culturas y recursos. Ya sabemos que la realidad es muy “trans-“: transoceánica, transpacífica, transitable, transcendente, transferible, transformable, ¡incluso cada vez más transgénica! Vaya, sí, que suerte…
¿Cómo está la realidad de lo trans? ¿Cómo están las personas que desde que nacieron -o después- vieron que ni cabían ni querían formar parte de las dos piezas del gran puzle? La respuesta es clara: jodidas. Tanto las transnacionales, como las transgénero y transexo, como otras muchas personas cuya etiqueta no empieza por trans pero las abraza el transfeminismo. Unas por la xenofobia y el racismo y otras por la transfobia, el sexismo o el machismo, pero todas jodidas por el miedo a lo diferente provocado por la imposición del binarismo y la dualidad en la realidad. Aun así, aunque la diversidad se oculte y castigue no deja de existir y nunca va a dejar de existir porque va implícita a nuestra naturaleza. Por más que construyan baños y vestuarios para dos etiquetas: pantalón y falda, no todas las mujeres se pondrán falda ni todos los hombres se pondrán pantalón. Ni siquiera todas las mujeres serán mujeres ni todos los hombres serán hombres.


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